Los 10 mejores aviones de combate soviéticos de la Guerra Fría

9: Mikoyan-Gurevich MiG-23 ‘Flogger’

Las capacidades variaban enormemente entre las variantes, desde el más bien básico MiG-23MS hasta el formidable MiG-23MLD. También dio lugar a variantes dedicadas al ataque a tierra en forma del MiG-23BN y del más lento, fuertemente armado y blindado MiG-27, completo con un cañón giratorio de 30 milímetros.

Se fabricaron un total de 5047 MiG-23, lo que representa más del 40% de todos los aviones de ala de geometría variable jamás producidos. Este caza soviético era relativamente barato y sencillo de fabricar, y respondía a la doctrina soviética de superioridad numérica sobre alta tecnología y capacidad para operar desde pistas austeras.

8: Mikoyan MiG-29 ‘Fulcrum’

Los informes de inteligencia sobre el caza táctico MiG-29 sembraron el pánico entre los planificadores de defensa occidentales. El MiG-29 combinaba un alto rendimiento, una maniobrabilidad alucinante, un nuevo radar y nuevos misiles ágiles.

Diseñado para contrarrestar a los F-15 y F-16 estadounidenses y sustituir a los cazas tácticos más antiguos, el MiG-29 entró en servicio en 1983. Combinaba una excelente configuración aerodinámica, muy similar a la del mayor Su-27, con dos potentes motores y, a diferencia de los primeros F-16, podía disparar misiles aire-aire de alcance medio.

8: Mikoyan MiG-29 ‘Fulcrum’

Mientras que el F-16 disfrutaba de una saludable ventaja de maniobrabilidad sobre el MiG-23, el MiG-29 niveló el campo de juego. Su excelente maniobrabilidad se vio reforzada con el misil vectorial de empuje R-73 "Archer", el primero de su clase, que dotó al Fulcrum de una gran potencia en el combate aéreo cuerpo a cuerpo.

Aunque soberbio en muchos aspectos, el MiG-29 de la Guerra Fría tenía motores humeantes, lo que lo hacía fácil de detectar a distancia, un alcance escaso y una tecnología de cabina inferior en comparación con el F-16 y el F/A-18. Sin embargo, era un poderoso caza táctico, con una fenomenal relación potencia-peso, capaz de desplegarse desde aeródromos austeros y toscos, y representaba una seria amenaza.

7: Mil Mi-24 ‘Hind’

De acuerdo, el Mil Mi-24 es un helicóptero y no un "avión de guerra", pero tanto por la forma en que se utilizó como por su importancia, debe incluirse. Con muchas de las otras aeronaves de este artículo, las hemos comparado con equivalentes occidentales, pero en el caso del Mil Mi-24, esto no es posible; no tenía, y sigue sin tener, un homólogo occidental directo.

En Occidente, hay helicópteros de ataque, como el AH-64 Apache, y helicópteros de transporte, como el H-60 Blackhawk, pero el Mi-24 es ambas cosas en un mismo fuselaje.

7: Mil Mi-24 ‘Hind’

Capaz de transportar un pelotón de tropas o de luchar en el papel de "cazacarros" o de apoyo aéreo cercano con cohetes no guiados, misiles y un potente cañón, el Mi-24 se ha convertido en un icono tras luchar en casi todas las guerras de finales del siglo XX y principios del XXI. Capaz de ser entregado en cajas discretas a naciones extranjeras y luego ensamblado fácilmente sobre el terreno, el Mi-24 es un "tanque volador" de baja tecnología y alto rendimiento.

Voló por primera vez en 1969 y, entre 1975 y 1978, pulverizó nueve récords mundiales de velocidad y tasa de ascenso de helicópteros, cinco de los cuales siguen vigentes hoy en día.

6: Mikoyan-Gurevich MiG-15

La combinación de la investigación aerodinámica de vanguardia de una Alemania nazi derrotada con la tecnología británica de reacción de primera clase regalada a la Unión Soviética dio como resultado el espectacular caza MiG-15. El avión voló por primera vez a finales de 1947, tres meses después que el similar F-86 Sabre norteamericano.

Al igual que el F-86, el MiG-15 adoptó una configuración de ala barrida. Esta característica pronto dominaría una nueva generación de cazas cada vez más rápidos, que requerían un ala adecuada para volar a velocidades cercanas a la del sonido.

6: Mikoyan-Gurevich MiG-15

El MiG-15 trastornó cualquier idea estadounidense de dominio tecnológico total en la Guerra de Corea, y sólo el F-86 Sabre fue capaz de ofrecerle una oposición eficaz. Extremadamente rápido, ágil y de altos vuelos con una tasa de ascenso fabulosa, también rebosaba potencia de fuego, en especial su aterrador cañón de 37 milímetros.

El avión tenía un solo motor, el turborreactor de flujo centrífugo Klimov VK-1, basado en el Rolls-Royce Nene británico, que había sido polémicamente suministrado a la URSS como gesto de buena voluntad. El VK-1 ofrecía 26,5 kN de empuje. El MiG-15 era formidable para su época y sin duda merece un lugar en nuestra lista.

5: Tupolev Tu-22 ‘Blinder’ y Tu-22M ‘Backfire’

El Tu-22 era un bombardero de configuración poco ortodoxa, con los dos motores montados debajo de la cola, que entró en servicio en 1962. Tenía importantes problemas de diseño y se consideraba un avión difícil y peligroso de pilotar. Sin embargo, ofrecía una velocidad máxima supersónica.

Entre las funciones más emocionantes que se le encomendaron al Tu-22 (en particular, al Tu-22K) estaba la destrucción de grupos de portaaviones estadounidenses, una misión de enormes proporciones para la que se entrenaron a conciencia.

5: Tupolev Tu-22 y Tu-22M

Limar los numerosos defectos del Tu-22, condujo al rediseño virtual que fue el Tu-22M. El nuevo diseño había reubicado los motores y las tomas de aire junto con una serie de otras mejoras.

El Tu-22M tiene un ala de geometría variable y es más rápido y más largo que el Tu-22; su peso aumentó en 2000 kg. Inusualmente, para un avión que voló por primera vez en 1969, el Tu-22M mantuvo un cañón de cola defensivo. Rápido, con un buen alcance y capaz de transportar 24.000 kg de bombas o misiles, el Tu-22 era una máquina formidable, y sigue en servicio hoy en día en versiones actualizadas.

4: Sukhoi Su-24 ‘Fencer’

Comenzando su vida como el más bien exótico T-6, completo con reactores elevadores y ala delta fija con puntas descendentes, para cuando se completó el diseño del Sukhoi Su-24, era un diseño de ala de geometría variable (oscilante) con asientos uno al lado del otro optimizado para el papel de ataque de penetración de largo alcance a bajo nivel.

El Su-24 introdujo el radar automático de seguimiento del terreno en el poder aéreo soviético, permitiendo penetraciones muy rápidas y bajas en el espacio aéreo hostil para minimizar el riesgo de detección por radar. El Su-24 era comparable al American General Dynamics F-111.

4: Sukhoi Su-24 ‘Fencer’

Con la carga máxima, el Su-24 pesa aproximadamente 43.755 kg y puede transportar hasta 8.000 kg de armas en sus nueve puntos duros. También presume de la enorme potencia de fuego de su cañón rotativo interno Gryazev-Shipunov GSh-6-23M de 23 milímetros.

El Su-24 voló por primera vez en 1974 y se fabricaron alrededor de 1400 unidades. Se crearon diversas variantes del Su-24 para la guerra electrónica, el reconocimiento y el ataque marítimo. A diferencia del F-111 y del Tornado, el Su-24 utiliza un motor turborreactor en lugar de turbofán.

3: Mikoyan MiG-31 ‘Foxhound’

Basándose en el éxito del rapidísimo MiG-25, el MiG-31 fue una mejora radical que llevaba los sensores y las armas necesarias para hacer frente a una nueva generación de aviones de ataque a tierra, bombarderos y misiles de crucero rápidos y de vuelo rasante de la OTAN. El MiG-31, junto con el igualmente rápido Mig-25, era (y sigue siendo) el interceptor operativo más rápido del mundo.

La clave de sus capacidades ofensivas era el Zaslon, el primer radar de caza con escáner electrónico. Los primeros cazas no rusos que incorporaron esta tecnología lo hicieron veinte años más tarde.

3: Mikoyan MiG-31 ‘Foxhound’

Al igual que el F-14 Tomcat de la marina estadounidense, el avión utilizaba misiles aire-aire masivos de largo alcance como armamento principal. El arma era el R-33. Combinado con el radar Zaslon, este armamento significaba que el MiG-31 podía enfrentarse a enemigos a mayor distancia que otros aviones, aparte del F-14 Tomcat, de armamento similar.

Defender a la nación más grande de la Tierra no era fácil, y los veloces MiG-31 de largo alcance practicaban tácticas del estilo "manada de lobos" en las que cuatro aviones que compartían información por enlace de datos podían barrer grandes franjas de espacio aéreo. El más bien monstruoso MiG-31 pesa aproximadamente el doble que un bombardero Lancaster de la Segunda Guerra Mundial, puede volar a Mach 2,83 y sigue en servicio hoy en día.

2: Sukhoi Su-27 ‘Flanker’

El caza soviético más temido de los últimos años de la Guerra Fría era el Su-27. Presumía de todo a raudales: una velocidad de giro espectacular, una tasa de ascenso que batía récords mundiales, una gran persistencia de armamento (podía llevar más misiles aire-aire que cualquier otro caza de la Guerra Fría) y, lo que es más importante, un gran alcance.

Tuvo un desarrollo inicial problemático y el avión de producción real tenía un aspecto algo diferente del prototipo inicial. Entró en servicio en 1985 y, una vez maduro, desafió al F-15C Eagle por el título no oficial de mejor caza del mundo. En esta foto de 1990, un Su-27 es seguido de cerca por un F-16 estadounidense.

2: Sukhoi Su-27 ‘Flanker’

Aunque similar al MiG-29 en su configuración, el Su-27 es mucho más grande. El Su-27 mide unos 22 metros de largo, mientras que el MiG-29 mide unos 17 metros. La serie Su-27 demostró ser muy adaptable, pero la historia de estos derivados se sitúa después de la Guerra Fría.

Combina una inteligente configuración aerodinámica en la que una gran parte del fuselaje del avión contribuye a la sustentación, con una elevada relación potencia-peso (con cargas de combustible más ligeras). Poco después de la Guerra Fría, las exhibiciones aéreas del Flanker asombraron a las audiencias occidentales con un alfa extremadamente alto y salvajes maniobras controladas a velocidades extremadamente bajas.

1: Tupolev Tu-95 ‘Bear’

Un número muy reducido de tipos de aviones militares que volaron por primera vez a principios de la década de 1950 siguen hoy en servicio activo; el bombardero B-52 y el transporte C-130 me vienen a la mente para los estadounidenses, y para los soviéticos y luego rusos, el Tu-95, totalmente distintivo y horriblemente ruidoso.

Este enorme bombardero estratégico es conocido por su combinación de alas fuertemente barridas hacia atrás y cuatro enormes motores turbohélice NK-12 con hélices contrarrotantes. Se eligió el propulsor turbohélice ya que, en el momento de la concepción del avión, los motores a reacción soviéticos no podían ofrecer la eficiencia de combustible necesaria para el alcance estratégico.

1: Tupolev Tu-95 ‘Bear’

Aunque no tiene motores a reacción puros, el Tu-95 es extremadamente rápido; con 925 km/h, es el segundo avión de hélice más rápido (después del avión de negocios Avanti). Otros miembros de la familia son el avión de patrulla marítima Tu-142, el avión de pasajeros Tu-114 y el avión de transporte VIP Tu-116.

Desarrollado principalmente para la sombría tarea del bombardeo nuclear, el Tu-95 lanzó la bomba más destructiva de la Guerra Fría, la apocalíptica bomba AN602 "Zar" de 50 megatones. Probada el 30 de octubre de 1961, este horrible artefacto creó un incendio de 8 kilómetros (5 millas) de ancho y un hongo nuclear 7,8 veces más alto que el monte Everest.